Padres vigilantes, ¿niños protegidos?
Expertos explican cómo la cantidad y calidad de tiempo invertido en los
hijos les proveen herramientas para enfrentarse a un mundo que cada vez es más
peligroso
Quienes comenzaron a ser padres en esta era encontraron una sociedad muy
distinta a la de su niñez: ahora, los padres no pasan todo el tiempo que
quisieran con sus hijos mientras crecen los peligros fuera y dentro de casa. Si
bien los adultos saben que no pueden esconder la realidad, el instinto de
protección aparece en todo su esplendor cuando las amenazas se suceden unas a
otras sobre sus crías indefensas.
Os dejo un artículo muy interesante:
Luis Enrique Bolívar, psicólogo y asesor en manejo de
conflictos, y Berna Izkandar periodista especializada en temas de crianza y derechos de infancia,
ofrecen una guía a los padres para lograr una vigilancia que mantenga a los
hijos a salvo, pero que también les procure un desarrollo adecuado.
Siempre alerta.
Cuando ambos padres trabajan, muchas veces, es necesario contar con otra
persona, familiar o no, para que se haga cargo de los niños. Iskandar considera
que lo ideal es que los padres evalúen sus prioridades y tengan en cuenta que
al contratar a alguien como niñera, “delegamos la importante función de
constituirse en referentes determinantes durante los años en que se construye el
bagaje emocional con el que enfrentarán el resto de sus vidas”.
Bolívar, por su parte, recomienda estar alerta
a las siguientes señales que podrían indicar que el bebé o el niño está siendo
víctima de abuso: irritabilidad manifestada por llanto y quejas sin motivo
aparente, cambios de comportamiento notorios y bruscos, se pueden mostrar
taciturnos, asustadizos o abstraerse con facilidad y comportamientos agresivos
con otros niños o con juguetes que semejan la figura humana.
Monitoreados en vivo
Para asegurarse de que la persona que cuida a los niños durante el día está
realizando un buen trabajo, el experto en tecnología y seguridad Luis Serpa
propone monitorear algunos espacios de la casa con cámaras de vídeo. Se puede
optar por:
· Cámaras fijas: pueden ser visibles o
estar escondidas y requieren una instalación más laboriosa y costosa, pero
ofrecen mayor calidad de la imagen y audio. Además, pueden programarse para ser
chequeadas por internet e incluso moverlas a distancia para obtener una mejor
visual
· Cámaras portátiles de menor tamaño y
precio, que pueden estar escondidas en objetos cotidianos como un oso de
peluche o un bolígrafo. La desventaja de este tipo de tecnología es que
dependen de una batería y de la capacidad de memoria.
Es un hecho
irreversible que los niños de hoy están expuestos a múltiples contenidos
provenientes, sobre todo, de la televisión por cable y de internet. La
aproximación de los niños a estos medios debe estar matizada, tal como plantea Bolívar, por un acompañamiento nutritivo por
parte de los padres. Iskandar enfatiza en que si la crianza está colmada de
presencia paterna y valores positivos, no quedará vacante para las influencias
negativas por muy fuertes que éstas sean.
La decisión
de qué tipo de información es adecuada para cada etapa del desarrollo recae
sólo en los padres. Si un contenido violento- o de cualquier otra índole- es
debidamente explicado, el niño tendrá un criterio para afrontarse a él. Los
adultos pueden apoyarse, además, en los sistemas de clasificación por edad que
ofrecen las guías de programación de la televisión por cable.
Si de todas
formas prefiere limitar el acceso a ciertos contenidos que consideren no aptos,
puede apoyarse en las herramientas que brinda la tecnología.
Las compañías
de televisión por suscripción ofrecen la posibilidad de bloquear canales y
programas, de forma gratuita, mediante el uso de una contraseña, programada a
través del control remoto.
En Internet
se pueden hacer dos tipos de bloqueos: el equipo de conexión a la red puede
programarse para que niegue el acceso a páginas que contengan palabras
determinadas o en el menú de opciones de internet, se puede colocar el nombre
de la página web y prohibir su ingreso.
Las premisas fundamentales son enseñarles a los niños a no aceptar regalos-
golosinas o juguetes- de un extraño, no abrir la puerta de la casa y no revelar
información personal a desconocidos. Esto vale tanto para las relaciones reales
como para las virtuales, porque tal como advierte Iskandar “a través de la red
cualquiera puede hacerse pasar por otra persona. Revelar datos privados en
redes sociales equivale a decirlo en voz alta frente a muchos desconocidos.
Debemos enseñar a nuestros hijos, que no se debe hacer por Internet, lo que
tampoco haríamos en el mundo real”.
El dato
La edad mínima para registrarse en la red social Facebook es 13 años. Sin
embargo, no existe una herramienta que permita verificar este dato, lo que
permite que muchos niños mientan acerca de su edad para poder acceder a ella
La verdad es la mejor arma.
El deseo de independencia de los hijos, sin importar su edad, y la
necesidad de los padres de protegerlos es algo que siempre va a chocar. Por
eso, Bolívar recomienda a
los padres decir siempre la verdad, ser congruentes entre lo que se dice y lo
que se hace y no ocultar ningún evento por oscuro que parezca. Iskandar
concluye que “de lo que se trata es de promover métodos humanizados de
disciplina, estrategias respetuosas para conducir y acompañar a nuestros niños
a reconocer y respetar los límites, lo cual supone más tiempo, comunicación,
conexión y compromiso emocional”.
Madres detectives
Varias mujeres que han tenido que contratar niñeras relatan cómo se
aseguran que sus hijos estén bien cuidados:
· “Trato de no ser previsible con mis
horas de llegada a la casa” (Trina, arquitecto)
· “Sólo contrato personas que tengan
referencias confiables y con las que pueda hablar previamente” (Patricia,
publicista)
· “Algunas veces, cuando llego a casa,
me quedo un rato escuchando detrás de la puerta, para ver cómo está el
ambiente” (Nelly, abogada)
· “Confío en los reportes que hacen mis
vecinos acerca del comportamiento de mis hijos durante el día” (Flor,
administradora)
· “Observo la conducta de mi hija cuando
me voy y cuando regreso, y la reviso bien para ver que no tenga algún golpe
inexplicable. Si algo malo le estuviera pasando, mi instinto de madre prendería
las alarmas” (Jennifer, enfermera).
muchas gracias sandra es muy interesante .
ResponderEliminarGracias a ti por interesarte ;)
ResponderEliminarHola Sandra,soy una compañera de la uned de Valencia, me nombre es Lucía.
ResponderEliminarMe parece un tema muy interesante el que tratas en este artículo y muy enfocado a las inquietudes actuales de muchos padres.
Te dejo mi blog para que le eches un vistazo.
Saludos!
http://promoverlectura.blogspot.com.es/