21 oct 2012


Padres vigilantes, ¿niños protegidos?

Expertos explican cómo la cantidad y calidad de tiempo invertido en los hijos les proveen herramientas para enfrentarse a un mundo que cada vez es más peligroso
Quienes comenzaron a ser padres en esta era encontraron una sociedad muy distinta a la de su niñez: ahora, los padres no pasan todo el tiempo que quisieran con sus hijos mientras crecen los peligros fuera y dentro de casa. Si bien los adultos saben que no pueden esconder la realidad, el instinto de protección aparece en todo su esplendor cuando las amenazas se suceden unas a otras sobre sus crías indefensas.

Os dejo un artículo muy interesante:
Luis Enrique Bolívar, psicólogo y asesor en manejo de conflictos, y Berna Izkandar periodista especializada en temas de crianza y derechos de infancia, ofrecen una guía a los padres para lograr una vigilancia que mantenga a los hijos a salvo, pero que también les procure un desarrollo adecuado.

Siempre alerta.
Cuando ambos padres trabajan, muchas veces, es necesario contar con otra persona, familiar o no, para que se haga cargo de los niños. Iskandar considera que lo ideal es que los padres evalúen sus prioridades y tengan en cuenta que al contratar a alguien como niñera, “delegamos la importante función de constituirse en referentes determinantes durante los años en que se construye el bagaje emocional con el que enfrentarán el resto de sus vidas”.

Bolívar, por su parte, recomienda estar alerta a las siguientes señales que podrían indicar que el bebé o el niño está siendo víctima de abuso: irritabilidad manifestada por llanto y quejas sin motivo aparente, cambios de comportamiento notorios y bruscos, se pueden mostrar taciturnos, asustadizos o abstraerse con facilidad y comportamientos agresivos con otros niños o con juguetes que semejan la figura humana.

Monitoreados en vivo
Para asegurarse de que la persona que cuida a los niños durante el día está realizando un buen trabajo, el experto en tecnología y seguridad Luis Serpa propone monitorear algunos espacios de la casa con cámaras de vídeo. Se puede optar por:

· Cámaras fijas: pueden ser visibles o estar escondidas y requieren una instalación más laboriosa y costosa, pero ofrecen mayor calidad de la imagen y audio. Además, pueden programarse para ser chequeadas por internet e incluso moverlas a distancia para obtener una mejor visual

· Cámaras portátiles de menor tamaño y precio, que pueden estar escondidas en objetos cotidianos como un oso de peluche o un bolígrafo. La desventaja de este tipo de tecnología es que dependen de una batería y de la capacidad de memoria.

 
Enseñar o bloquear.

Es un hecho irreversible que los niños de hoy están expuestos a múltiples contenidos provenientes, sobre todo, de la televisión por cable y de internet. La aproximación de los niños a estos medios debe estar matizada, tal como plantea Bolívar, por un acompañamiento nutritivo por parte de los padres. Iskandar enfatiza en que si la crianza está colmada de presencia paterna y valores positivos, no quedará vacante para las influencias negativas por muy fuertes que éstas sean.

La decisión de qué tipo de información es adecuada para cada etapa del desarrollo recae sólo en los padres. Si un contenido violento- o de cualquier otra índole- es debidamente explicado, el niño tendrá un criterio para afrontarse a él. Los adultos pueden apoyarse, además, en los sistemas de clasificación por edad que ofrecen las guías de programación de la televisión por cable.

Si de todas formas prefiere limitar el acceso a ciertos contenidos que consideren no aptos, puede apoyarse en las herramientas que brinda la tecnología.

Las compañías de televisión por suscripción ofrecen la posibilidad de bloquear canales y programas, de forma gratuita, mediante el uso de una contraseña, programada a través del control remoto.

En Internet se pueden hacer dos tipos de bloqueos: el equipo de conexión a la red puede programarse para que niegue el acceso a páginas que contengan palabras determinadas o en el menú de opciones de internet, se puede colocar el nombre de la página web y prohibir su ingreso.

 
Extraños a raya.

Las premisas fundamentales son enseñarles a los niños a no aceptar regalos- golosinas o juguetes- de un extraño, no abrir la puerta de la casa y no revelar información personal a desconocidos. Esto vale tanto para las relaciones reales como para las virtuales, porque tal como advierte Iskandar “a través de la red cualquiera puede hacerse pasar por otra persona. Revelar datos privados en redes sociales equivale a decirlo en voz alta frente a muchos desconocidos. Debemos enseñar a nuestros hijos, que no se debe hacer por Internet, lo que tampoco haríamos en el mundo real”.

El dato

La edad mínima para registrarse en la red social Facebook es 13 años. Sin embargo, no existe una herramienta que permita verificar este dato, lo que permite que muchos niños mientan acerca de su edad para poder acceder a ella

La verdad es la mejor arma.

El deseo de independencia de los hijos, sin importar su edad, y la necesidad de los padres de protegerlos es algo que siempre va a chocar. Por eso, Bolívar recomienda a los padres decir siempre la verdad, ser congruentes entre lo que se dice y lo que se hace y no ocultar ningún evento por oscuro que parezca. Iskandar concluye que “de lo que se trata es de promover métodos humanizados de disciplina, estrategias respetuosas para conducir y acompañar a nuestros niños a reconocer y respetar los límites, lo cual supone más tiempo, comunicación, conexión y compromiso emocional”.

Madres detectives

Varias mujeres que han tenido que contratar niñeras relatan cómo se aseguran que sus hijos estén bien cuidados:

· “Trato de no ser previsible con mis horas de llegada a la casa” (Trina, arquitecto)

· “Sólo contrato personas que tengan referencias confiables y con las que pueda hablar previamente” (Patricia, publicista)

· “Algunas veces, cuando llego a casa, me quedo un rato escuchando detrás de la puerta, para ver cómo está el ambiente” (Nelly, abogada)

· “Confío en los reportes que hacen mis vecinos acerca del comportamiento de mis hijos durante el día” (Flor, administradora)

· “Observo la conducta de mi hija cuando me voy y cuando regreso, y la reviso bien para ver que no tenga algún golpe inexplicable. Si algo malo le estuviera pasando, mi instinto de madre prendería las alarmas” (Jennifer, enfermera).

3 comentarios:

  1. muchas gracias sandra es muy interesante .

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  2. Hola Sandra,soy una compañera de la uned de Valencia, me nombre es Lucía.
    Me parece un tema muy interesante el que tratas en este artículo y muy enfocado a las inquietudes actuales de muchos padres.
    Te dejo mi blog para que le eches un vistazo.
    Saludos!
    http://promoverlectura.blogspot.com.es/

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