Buenos
Educadores y Formadores en Sexualidad para
tu hij@ que está en la infancia o adolescencia
“Largo es el
camino de la enseñanza por medio de teorías, breve y eficaz por medio de
ejemplos”, Séneca.
No creo que exista una labor personal y social tan
importante para la que, sin embargo, suela contemplarse tan poca preparación. El propio instinto de lo que un padre o madre “sabe” por el hecho de
serlo es válido, pero siempre es necesario una actitud de apertura a nuevos y
continuos aprendizajes. Educar y educarse bien requiere constancia y esfuerzo,
el mundo cambia y las experiencias muchas veces pierden validez y vigencia, ya
no sólo basta lo que hacen con sus hijos sino lo que son para sus hijos.
El modo de ser y vivir de los padres y el entorno
familiar influye en la educación de sus hijos, tus palabras y las actitudes
frente a temas sexuales son preponderantes en la visión futura de los
adolescentes frente a estos temas. La incoherencia que los chicos y chicas
en la adolescencia detectan en sus padres les generan sensaciones de miedo y
desorientación en todos los aspectos, pero en la niñez -reconociendo sus
diferencias genitales y su género- y en la adolescencia -en pleno desarrollo
hormonal- las contradicciones les marcan pautas equivocadas que los llevan a
buscar la información en otros lugares y con otras personas -sus amigos, con
suerte con un profesional especializado en el tema-.
Cuando los adolescentes observan continuas diferencias
significativas en los planteamientos y actuaciones de sus padres y entorno
familiar, crecerán desconcertados. Por eso recomienda leer y entender con
cierta frecuencia algún libro, asistir a alguna charla o cursillo, invertir en
soluciones sobre la educación sexual y en general de los hijos y adolescentes
de tu cercanía. No es suficiente tu propia experiencia ni la formación recibida
de tus padres. Para educarse y formarse en estos temas no necesariamente debes
tener hijos, recuerda que tienes sobrinos, primos, vecinos, amigos de tus
familiares, siempre tendremos niños, adolescentes y jóvenes a nuestro alrededor
con los cuales podemos compartir y entablar conversaciones sobre estos temas; y
que mejor forma de hacerlo teniendo la información adecuada pudiendo lo
trasmitir de la mejor forma.
Aprender es crecimiento para la mente propia y social,
la mente crece a través del aprendizaje. No aprender es señal de arrogancia y
se convierte en ignorancia. En esta ignorancia se cometen errores y de los
errores se desprende el miedo. Todos cometemos errores, pero nos levantamos y
seguimos adelante. Las cosas que determinan tu destino son las que haces
constantemente, no ocasionalmente.
¿Cuándo fue la última vez que estudiaste o buscaste
aprender algo nuevo de sexualidad y vida sexual humana?
¿Recuerdas si haz compartido tus experiencias
educativas, tus aciertos, tus problemas con otros padres y/o profesionales?
¿Tienes hijos en la adolescencia y aún no tocas el
tema de la sexualidad?