Trastorno por déficit
de atención e hiperactividad
Los
niños con TDAH son muy inquietos e impulsivos, y tienen problemas para prestar
atención y para concentrarse. A pesar de intentarlo, son incapaces de escuchar
correctamente, de organizar sus tareas, de seguir instrucciones complejas, de
trabajar o jugar en equipo. El actuar sin pensar (la conducta impulsiva)
provoca problemas con padres, amigos y profesores. Suelen ser niños inquietos,
siempre en movimiento, incapaces de permanecer sentados mucho tiempo o con una
constante inquietud (que se ve en tamborileo de dedos, movimiento constante de
los pies o las piernas).
El
TDAH afecta negativamente al rendimiento de estos niños en el colegio, así como
a otros aspectos de su vida familiar y social. Tiene tres síntomas básicos:
hiperactividad, impulsividad y falta de atención.
Podemos observar en ellos:
·
Inquietud, se mueve
en el asiento.
·
Se levanta cuando
debería estar sentado.
·
Corre y salta en
situaciones inapropiadas.
·
Dificultad para
jugar tranquilamente.
·
Excitado a menudo,
"como una moto".
·
Verborrea.
·
Responde antes de
que finalice la pregunta.
·
Dificultad para
guardar el turno en actividades de grupo.
·
Interrumpe a otros
en los juegos, conversaciones, etc.
El TDAH generalmente se
diagnostica en los primeros años de la enseñanza primaria. Algunos síntomas
están presentes antes de los 7 años, y con frecuencia persiste en la
adolescencia y en la vida adulta. El
diagnóstico es complejo y debe basarse en la evaluación clínica realizada por
un médico experto en el reconocimiento y tratamiento del mismo. Dicha
evaluación debe obtenerse tanto de la observación de la conducta del niño como
de la información facilitada por los padres, profesores, familiares y amigos.
Niños con déficit de
atención: ¿qué deben saber y hacer los padres?
¿Se puede hablar en plural de "déficit de
atención?
El déficit de atención (DA) es relevante por la alta frecuencia de tratamientos farmacológicos en escolares. Existe un elevado sobre diagnóstico y muchos de estos tratamientos podrían ser innecesarios y obedecer a la demanda de un medio alienante que cada día ejerce más presión escolar sobre los niños y adolescentes.
Los niños con estas dificultades integran una población abigarrada y heterogénea. Los síntomas medulares y los problemas relacionados transcurren a lo largo de la vida con gran variedad expresiva, con múltiples combinaciones y en variados contextos familiares, sociales y escolares.
¿Qué requisitos de evaluación debe cumplir un niño para ser diagnosticado con certeza razonable de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
El diagnóstico se centra en el relato de los padres sobre la dificultad del niño para concentrarse y prestar atención sostenida, impulsividad e hiperactividad inadecuadas para la edad, que interfieren en su vida afectiva, relaciones y desempeños. La adaptación a cualquier cambio ambiental les resulta difícil. Además, refieren que al niño le cuesta demasiado acatar reglas, seguir instrucciones y su conducta es impredecible de un día para el otro, y los ha sobrepasado.
El déficit de atención existe como entidad clínica tipificada de modo inequívoco a través de diversas escalas y criterios diagnósticos. Hay que tener cuidado para no simplificar que todo niño que se mueve corresponde a un TDA, pues el sobre diagnóstico y sobre tratamiento es casi la norma.
¿Es lo mismo el niño con déficit de atención que el niño con inmadurez neurológica?
El diagnóstico de inmadurez neurológica no existe en ninguna de las clasificaciones aceptadas internacionalmente. La palabra debe ser desterrada de modo definitivo de las características atribuibles a estos niños, porque además de incorrecta e inexacta es degradante para ellos.
Cuando algunas funciones no corresponden a la edad cronológica del niño o no se han desarrollado de modo uniforme ni homogéneo se puede decir que existe una "variación normal del desarrollo", lo que es equivalente a "disarmonía del desarrollo". Si tienen un curso estable deben ser diagnosticados como trastorno específico del desarrollo del lenguaje, de las funciones viso espaciales o de la coordinación de movimientos.
El déficit de atención (DA) es relevante por la alta frecuencia de tratamientos farmacológicos en escolares. Existe un elevado sobre diagnóstico y muchos de estos tratamientos podrían ser innecesarios y obedecer a la demanda de un medio alienante que cada día ejerce más presión escolar sobre los niños y adolescentes.
Los niños con estas dificultades integran una población abigarrada y heterogénea. Los síntomas medulares y los problemas relacionados transcurren a lo largo de la vida con gran variedad expresiva, con múltiples combinaciones y en variados contextos familiares, sociales y escolares.
¿Qué requisitos de evaluación debe cumplir un niño para ser diagnosticado con certeza razonable de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)?
El diagnóstico se centra en el relato de los padres sobre la dificultad del niño para concentrarse y prestar atención sostenida, impulsividad e hiperactividad inadecuadas para la edad, que interfieren en su vida afectiva, relaciones y desempeños. La adaptación a cualquier cambio ambiental les resulta difícil. Además, refieren que al niño le cuesta demasiado acatar reglas, seguir instrucciones y su conducta es impredecible de un día para el otro, y los ha sobrepasado.
El déficit de atención existe como entidad clínica tipificada de modo inequívoco a través de diversas escalas y criterios diagnósticos. Hay que tener cuidado para no simplificar que todo niño que se mueve corresponde a un TDA, pues el sobre diagnóstico y sobre tratamiento es casi la norma.
¿Es lo mismo el niño con déficit de atención que el niño con inmadurez neurológica?
El diagnóstico de inmadurez neurológica no existe en ninguna de las clasificaciones aceptadas internacionalmente. La palabra debe ser desterrada de modo definitivo de las características atribuibles a estos niños, porque además de incorrecta e inexacta es degradante para ellos.
Cuando algunas funciones no corresponden a la edad cronológica del niño o no se han desarrollado de modo uniforme ni homogéneo se puede decir que existe una "variación normal del desarrollo", lo que es equivalente a "disarmonía del desarrollo". Si tienen un curso estable deben ser diagnosticados como trastorno específico del desarrollo del lenguaje, de las funciones viso espaciales o de la coordinación de movimientos.
En el siguiente enlace podéis encontrar información de gran
interés para dicho tema: http://www.psicodiagnosis.es/areaescolar/intervencion-psicopedagogica-alumnos-especiales/orientacionesalumnosdeficitatencion/index.php#04f9119d3b1265901
Pautas concretas:
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